Quienes Somos
Noticias
Aldea Global
Formación
Convenios
Contacto
Noticias
enviar a un amigo
imprimir
ver tipografía mas chica
ver tipografía mas grande

 

 

 

 

 

 

En Arquitectura de la “U” lanzaron libro patrimonial

Texto y fotografía: Antonio “Toño” Freire.


Nos acercamos al Bicentenario y es tiempo propicio para rememorar. Pensando en tal acontecimiento, el jurado del concurso 2007 del Fondo del Libro y la Lectura debe haber asumido la responsabilidad de apoyarme en mi afán de contaros la historia de una cincuentena de balcones de madera, abiertos y cerrados, que aún respiran en Santiago.

Empezaron a elevarse en épocas coloniales y sus artesanos los ensamblaron hasta la mitad del siglo pasado. Las lluvias del olvido después los abandonaron. De su quejumbrosa existencia, estilos, constructores, y rimbombantes propietarios se habló el miércoles 17 de octubre al atardecer, en la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile, cuando el autor del libro “Balcones para ver la nieve eterna” presentó su volumen patrimonial.

El arquitecto Juan Lund, el poeta Hernán Miranda y el catedrático Fernando Sánchez, fueron los encargados de analizar la investigación periodística de Freire, quien, en su texto de 112 páginas abundantemente ilustradas, se propuso demostrar que el uso del balcón como elemento decorativo arquitectónico se extendió desde los sectores pudientes hasta los barrios más apartados capitalinos. En efecto, existieron aquellos que deslumbraron en la ruta de los palacios de los millonarios de calle Dieciocho, pero también se les encumbró más allá de los potreros del terror -así los bautizó Vicuña Mackenna- en las viviendas ubicadas al sur de Avenida Matta. Si al pie del cerro Huelén, en la calle de Los Patos o el Rosal los atardeceres eran más lánguidos vistos desde un atalaya, otro tanto ocurría en la entonces distante calle Los Plátanos de Macul. Igualmente, si al despertar en el Parque Cousiño los vecinos abrían celosías para saludarse, similar acción de ¡Buenos días! se prodigaban desde los miradores de La Chimba , avenida Pedro de Valdivia o Quinta Normal.

¿Sabía usted que la casa Manso de Velasco de Santo Domingo 689 fue levantada en 1730 por el constructor inglés Victor A. Heal? ¿Alguien le contó que los líderes San Martín y Bolívar, desde miradores de Huara y Coro, respectivamente, declararon la independencia de Perú y Venezuela? ¿Que Ricardo Larraín Bravo y Alberto Cruz Montt son los arquitectos que con más atalayas dotaron sus proyectos capitalinos? ¿Qué la imponente Municipalidad de Macul fue erigida en 1931 por el profesional español Fermín Vásquez Menéndez? ¿Que el hermoso balcón que luce hoy la sede del Partido Socialista en calle París es obra de Eduardo Knockaert? ¿Por qué no se ha difundido que Mario Vargas Llosa escribió una pieza teatral llamada El Loco de los balcones y que las celosías y balaustres torneados encuentran su raíz en los mushrabid árabes? Estas y otras interesantes informaciones se encuentran en el libro “Balcones para ver la nieve eterna” de Toño Freire, un ejemplar de características singulares tanto en nuestro país como en otras latitudes, que se esmeran en preservar tan importantes piezas ornamentales nacidas en manos de carpinteros y ensambladores.

 

 

© 2007 : Consejo Metropolitano del Colegio de Periodistas
Amunátegui 31, piso 5, Santiago de Chile.
Teléfono: (56- 2) 671.1900